¿Existe un tratamiento eficaz que pueda curar esta enfermedad? De momento no, puesto que estamos ante un gran “mapa sintomático” del cual no se conoce con precisión su etiología. Así pues, los tratamientos tienen como objetivo ofrecer una mejor calidad de vida a los pacientes, sin olvidar tampoco trabajar el área psicológica.
Un modo muy útil de hacer frente a la fibromialgia es conociendo esos aspectos más importantes que pueden ayudarnos a aliviar sus síntomas. Comprender un poco más a ese “ese enemigo crónico” que se instala en nuestras vidas sin permiso es un modo muy adecuado de encontrar estrategias para nuestro día a día. Te explicamos cómo.
Causas que pueden originar la fibromialgia y que debes conocer.
Según el Colegio Americano de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés), la fibromialgia afecta de un modo diferente a cada paciente. No existe pues un cuadro sintómatico semejante para todas las personas, sino que algunos presentarán más dolor muscular, otros solo articular, otros evidenciarán más deterioro cognitivo e incluso depresiones severas…
De ahí las habituales dificultades en su diagnóstico y en sus posteriores tratamientos. No obstante, según el ACR, existen unas causas que podrían darnos unas pistas sobre el origen de la fibromialgia y que nos pueden ayudar a conocer un poco más esta dolencia tan incapacitante.
1. Problemas con la tiroides
Los trastornos asociados a la glándula tiroides suelen ocasionar desde cansancio crónico hasta dolor articular y problemas de sueño. Según diversos estudios, en el momento en que muchos pacientes diagnosticados con fibromialgia fueron tratados por problemas de tiroides adecuando sus niveles, desaparecieron síntomas como la fatiga, la depresión y los trastornos del sueño.
2. Deficiencia de algunas vitaminas
Los especialistas del ACR afirman que en las personas aquejadas por fibromialgia suele tener un nivel de magnesio bastante bajo, así como una deficiencia de vitamina B12 y vitamina D.
3. Presencia de bacterias en el intestino delgado
Bacterias
Como ya sabes, en nuestro intestino habitan bacterias beneficiosas para nuestro organismo que nos defienden de muchas enfermedades. Ahora bien, se ha visto que numerosos pacientes diagnosticados con fibromialgia no tienen un intestino sano, sino que sufren lo que se conoce como síndrome del intestino permeable, ahí donde existe un exceso de bacterias nocivas que se trasmiten al torrente sanguíneo.
4. Intolerancia al gluten
Vale la pena saber que la intolerancia al gluten se asocia a más 55 enfermedades. Es frecuente que lo relacionemos solo con alteraciones digestivas, sin embargo, puede producir desde problemas neurológicos hasta pérdidas de memoria, cansancio crónico, depresión, dolores musculares y trastornos del sueño.
5. Sobrecrecimiento de la candidiasis intestinal
La Candida albicans es un hongo o levadura que habita en los intestinos y que tiene mucho que ver con lo que te hemos señalado antes sobre la toxicidad en esta parte de nuestro cuerpo,en la que el exceso de bacterias y hongos acaba trasmitiéndose al torrente sanguíneo.
¿Y sabes cuál es el resultado? Sufrimos dolor articular, confusión, problemas digestivos, cansancio…
6. Mutaciones en un gen
En concreto, el gen que según recientes estudios podría ocasionar la fibromialgia es el MTHFR. Su presencia puede ocasionarnos problemas para sintetizar el plomo y el mercurio, por ejemplo, además de impedirnos la correcta eliminación de las toxinas. Existen pruebas médicas que nos pueden indicar la presencia de este gen.
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Además de las pautas médicas que debes seguir, es muy importante que en tu día a día empieces a hacer cambios con los cuales obtener una mejor calidad de vida. Es esencial comprender que la fibromialgia va a ser esa acompañante incómoda con la que despertarte cada mañana, no obstante, mediante unas estrategias adecuadas podemos silenciarla, debilitarla y obtener así un bienestar más adecuado.
Toma nota de estos consejos:
1. Técnicas de relajación
Es importante que, durante una hora al día, aprendas a relajarte, a vaciar tu mente y respirar con profundidad. Encontrar un equilibrio interno y una paz adecuada con tu mente y con tu cuerpo resulta muy útil para hacer frente al dolor.
2. La mejor alimentación
Evita los alimentos que nos “inflaman”
- El azúcar
- La sal
- Los dulces y pasteles
- Las comidas preparadas o precocinadas
- La carne roja
- Los lácteos
- Los refrescos con gas
- Los embutidos
- El pescado azul
- Los aguacates
- El aceite de oliva
- La fruta con piel y cruda, no en jugos. Busca en especial la que sea rica en vitamina C.
- La verdura fresca y, a ser posible, cruda, como es el caso de los tomates, las cebollas, el pimiento, el brócoli, el ajo…
- Las legumbres
- La linaza
- Semillas de chía
Los masajes reducen el dolor entre 20% y 30%, y basta con 3 sesiones semanales de media hora para ver resultados. Podrás descansar mejor y te sentirás más ligera y con las articulaciones menos rígidas. También sería muy adecuado que practicaras yoga en casa, ya que son ejercicios suaves con los que mejorar tu movilidad.
Aspectos finales que debes tener en cuenta sobre la fibromialgia
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1. Lleva un diario “del dolor”
Es muy recomendable hacer un seguimiento sobre tus recaídas o tus mejorías. Hay días en que sentimos menos dolor, y es importante saber qué hemos hecho o que hemos dejado de hacer para encontrarnos mejor. Recuerda también que cada paciente es único, de ahí que vayas a ser tú misma la mejor observadora de tu cuerpo.
2. Ten en cuenta cualquier alternativa.
Hay quien solo confía en la medicación y se niega a probar otras terapias como la relajación o incluso en acudir al psicólogo para tratar la depresión o los problemas emocionales. No olvides que la fibromialgia es una enfermedad formada por diversas dolencias físicas y psicológicas que hay que saber abordar desde varias áreas.
Así pues, es mejor probar alternativas y ver qué resultados nos ofrecen.
3. Apóyate en tu familia, en tus amigos y en tus médicos.
El apoyo social es básico en nuestro día a día. Te permite sentirte respaldada y comprendida, así que evita aislarte pensando que los demás no saben lo que sientes. ¡Busca el mejor apoyo!
4. No permitas que la fibromialgia domine tu vida
El dolor nos hace prisioneros, lo sabemos, pero, si cedes cada día a favor de la fibromialgia, solo te quedará el sufrimiento. No lo permitas. Intenta llevar una vida normal dentro de tus posibilidades buscando siempre tu felicidad, ilusiónándote por hacer cosas, por levantarte cada día y dejar en un segundo plano esta enfermedad.